La esencia de lavanda es un producto que deberíamos tener en casa en nuestro botiquín de primeros auxilios. Es ideal para usar directamente cuando tenemos picaduras de insectos, quemadura, heridas o contusiones. Además una compresa de lavanda sobre el abdomen en el parto ayuda a expulsar la placenta tras el nacimiento del bebé.
También se utiliza en los casos de hipertensión, palpitaciones, vértigo y regula las menstruaciones escasas.
Lavanda en el botiquín
En el caso de dolor de espalda o ciática siempre es aconsejable tomar un baño caliente con esencia de lavanda, relaja las tensiones musculares de esa zona. Esta esencia vaporizada o quemada en una habitación, perfuma y purifica el aire y lo que es más importante, repele a los insectos.
Existen usos de la lavanda, en cremas para la dermatitis del pañal, como así también es muy efectiva en los dolores de cabeza relacionados con el estrés y la congestión nasal.